sábado, 1 de agosto de 2009

Día 1

Insisto, no deja de sorprenderme la capacidad que tiene la vida para movernos a su antojo de un día para otro. Lo que ayer era negro, hoy es blanco. Lo que ayer era un final anticipado, hoy parece el principio de los días. Supongo que, pese a todo, es necesario que sea así. Es este contraste lo que nos hace valorar las cosas en su justa medida. Hoy es una buena noche (y lo sé por lo mala que fue la de ayer).